Inflación de 7.36%: La cartera de los mexicanos con resultados negativos
El 2022 recibe a la economía mexicana con presiones inflacionarias y aumentos en los precios de la gasolina. Las causas de estos cambios dependen tanto de factores externos como internos, algunos controlables y otros no. Veamos. La inflación es el incremento generalizado de los precios en una economía. Tratando de simplificar al máximo un sistema complejo, es necesario entender los siguientes engranajes.
Primero, la pandemia, los encierros, y los cambios en hábitos de consumo, generaron una contracción sin precedente en la oferta de múltiples bienes y servicios. Recordando las clases de economía general, ante una disminución en la oferta, los precios del mercado suben. Por lo tanto, la economía mundial está resintiendo presiones inflacionarias.
Segundo, en Estados Unidos, (nuestro mayor socio comercial y economía de la cual depende la nuestra), ejerció un estímulo fiscal de miles de millones de dólares incrementando el dinero en circulación. De nuevo, en la clase de economía general nos enseñaron que, si aceleramos la “máquina que imprime billetes”, estos pierden su valor. Es decir, se necesitarían cada vez más billetes para comprar un mismo bien: suben los precios.
Tercero, en México mucha de la incertidumbre generada por las políticas nacionales y la falta de inversión han desacelerado industrias como la construcción, el transporte y las manufacturas. Esto reduce los niveles de inversión extranjera, debilita a nuestra economía y al peso.
Aquí entra otro jugador importante: el tipo de cambio. Al depreciarse el peso con respecto al dólar, las importaciones hacia México incrementan su valor relativo al ser compradas en dólares. Lo que antes importábamos con 1 dólar nos costaba 18 pesos, hoy nos cuesta 21. Multipliquemos eso por miles de millones, y ahí su impacto en precios.
Todo este contexto ayuda a entender cómo, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco de México, la inflación anual general se encuentra entre 7.36 y 7.66%; las expectativas de inflación para 2022 y 2023 se ajustaron al alza. Estas cifras no se veían en la economía mexicana en décadas.
Y el gasolinazo para cuándo?
Además del impacto directo en inflación, esta combinación de factores explica también parte de los cambios en el precio de la gasolina. En 2022, se incrementó en 7.3% el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el cual se cobra a los consumidores al pagar por la gasolina, (incremento basado directamente en los niveles inflacionarios).
Asimismo, parte del precio de la gasolina está ligado al tipo de cambio ya que el precio de referencia está en dólares. La reciente depreciación del tipo de cambio y el incremento en los precios afectará también el costo del combustible.
Por último, en México, los gastos de transporte y logística, la falta de inversión, y la inseguridad, son factores que merman la eficiencia en las cadenas de suministro y a su vez, incrementan los precios.
No olvidemos también que aún no vemos un salto abrupto en los precios de las gasolinas, los llamados gasolinazos debido al enorme porcentaje que paga el gobierno en forma de subsidios. Sin embargo, el erario es, a fin de cuentas, dinero de los mexicanos que se está gastando en tener gasolina “barata” en vez de estar invirtiendo en educación o en cualquier otra cosa.
El aumento generalizado de los precios y de las gasolinas lo van a resentir las carteras de cada uno de los mexicanos. Si bien, muchas de las causas son externas, hay otras que podemos mitigar.
Principalmente debemos defender la autonomía del Banco de México, institución responsable de mantener la estabilidad de los precios. Asimismo, hay que exigir al gobierno seguridad en las calles, fortalecer el combate al huachicol y eliminar las recientes barreras impuestas al sector privado para comprar, vender, almacenar y transportar combustible.
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